Pastel de pollo: aprovechando el cocido del domingo

Hoy quiero presentar una nueva receta. Se trata de un pastel de pollo que bien podría llamarse como pastel de pollo pobre o pastel de sobras de pollo. Claro que, con esos nombres igual a alguno le tira para atrás y no es plan, porque realmente se trata de un plato rápido, fácil de hacer y rico.

Sé que existe un pastel de pollo que hay mucha gente que hace una forma parecida a la mía con la salvedad de la preparación del ingrediente principal, el pollo. Yo suelo hacer este pastel el día después que haya cocido en casa. En mi familia somos de buen comer y siempre se hace comida en cantidades importantes y suele sobrar bastante pero como tirarlo sería delito hemos tenido que aprender a "reciclar".

Pastel de pollo al estilo Estanislao Berruezo

Para ejecutar la receta necesitamos los siguientes ingredientes:

• Pan de molde
• Pollo
• Una cebolla pequeña 
• Mayonesa
• Huevo
• Lechuga

La ejecución del plato es muy sencilla. El primer paso consiste en desmigar la carne de pollo que nos haya quedado del cocido del día anterior. Evidentemente, a quien le guste la receta puede utilizar pollo asado o cocinar el pollo a su gusto. El caso es que una vez que lo tenemos en trocitos pequeños se echa a una sartén y se le da un par de vueltas en la misma. En este paso también le añadimos cebolla.

Como el pollo ya está cocinado, solo se pasa por la sartén para dorarlo un poquito y cocinar la cebolla. Una vez tenemos preparado este pollo solo nos queda montarlo en el pan.

Se coloca una rebanada de pan de molde.Yo utilizo esas rebanadas largas que se suelen emplear en wraps y otros bocadillos similares. Sobre este pan se coloca nuestro pollo caliente y se cierra con otra rebanada de pan. Sobre esta cobertura de pan se pone un poco de mayonesa, lechuga cortada en finas tiras y un huevo rallado.

¿Fácil no?

El pollo de cocido me encanta y así, con un golpe de sartén con cebolla queda riquísimo. Además, me parece una forma muy fácil de aprovechar las sobras y preparar una merienda-cena sabrosa y muy rápida de hacer.

Gin-Tonic con fresa y aroma de coco

Ya, ya. Lo sé. Los Gin-Tonics están de moda. Y yo también he caído...Un tipo como yo que no había probado la ginebra en la vida convertido en todo un sibarita del gintoneo...Supongo que esto es a lo que se llama evolución.

En este blog quiero hablar sobretodo de mis experimentos en la cocina o con mi cámara Réflex pero estos días un amigo me preparó un gin-tonic tan espectacular que no me he podido resistir.

Se trata de un gin-tonic con fresa y aroma de coco. Suena muy cool y hipster pero ya verás como no es para tanto.

La copa: preparación

Para preparar esta copa con la que sorprender en tu próxima fiesta se necesita: ginebra (yo utilicé Mombasa, pero cualquiera que te guste está bien: Larios 12, Bombay Sapphire, Beefeater, Seagram...la que prefieras), un poquito de Mangaroca (batida de coco), tónica Nordic Mist Blue, fresas naturales, hielo y una buena copa.

Como ves, nada de pijaditas tipo pimienta rosa, enebro o semillas de vete a saber qué.

Lo primero que tienes que hacer es echar un poquito de Mangaroca en la copa y agitarla para que la batida de coco "manche" toda la copa. Simplemente eso. Una vez que se ha agitado la copa, el Mangaroca te lo puedes beber o tirar. Solo nos interesa el fondo de coco que deja.

Una vez hecho esto, se hace un gin-tonic normal. Es decir, hielo al gusto, un chorrito de la ginebra que hemos elegido y nuestra tónica Blue. El que sea ésta tónica en concreto es más por estética que por sabor. De todas formas, puedo decir que lo probé con otras tónicas distintas a la mencionada (no quiero repetir su nombre más veces de las necesarias que no me pagan por la publicidad) y no queda igual de sabor al combinarla con la fresa.

Como detallito final y darle un toque más vistoso se le ponen un par de trocitos de fresa.

El resultado viene a ser algo así:

Gin-tonic azul con esencia de coco

Lo bueno de esta copa es que se puede jugar con su presentación y conseguir un resultado muy llamativo a la vista. La combinación del azul de la tónica con el rojo de la fresa queda muy bien tanto estéticamente como de sabor.

Quién se atreva a probarlo que comente el resultado. También podéis dar vuestras propias versiones de gin-tonic. Solo, pido que sea algo diferente a ginebra + tónica + rodaja de limón.

Ensalada de naranja con cebolla: rico, rico y muy fácil

A mis 31 añitos me ha dado por comenzar a investigar en la cocina. Siempre he sido de buen comer pero "a mesa puesta". Algo que estoy empezando a cambiar.

Hasta hace muy poco, mi plato más elaborado había sido un bocadillo de jamón con tomate y unas patatas de bolsa con olivas rellenas de aperitivo. Ese es mi nivel...Bueno, era porque ya hago cosas más complicadas.

Eso sí, mi ensalada recomendada para hoy la puede hacer cualquier persona en 5 minutos.

Ensalada de naranja con cebolla

Hace dos meses pensaba que una ensalada consistía en una lechuga con cualquier otra cosa: tomate, olivas, pepinos...pero he descubierto que se pueden hacer ensaladas muy ricas y mucho más divertidas y originales.

Mi propuesta de hoy consiste en una ensalada de naranja con cebolla.

Yo utilizo un par de naranjas, una cebolla morada (también uso cebolla blanca si no tengo a mano morada), una lata de atún y olivas negras.

El proceso es muy fácil: se parte y se pela la naranja y la cebolla y se echan en un bol. A continuación, se echa un poco de atún y se adorna con olivas negras.

Esto se adereza con una vinagreta hecho con los siguientes ingredientes (en este orden ¡eh! así me han enseñado y así lo hago siempre): sal, pimienta, aceite y un poquito de zumo de naranja que habremos reservado y un chorrito de vinagre.

A mí me gusta dejarla un rato antes de consumirla para que el zumo de naranja macere un poco la cebolla y no sepa tan fuerte. Cuestión de gustos.

A partir de esta base, ya cada uno puede poner su toque personal: un toquecito de menta, un poquito de rúcula...si algo he aprendido en la cocina es que lo importante es la imaginación!!